Si aún no has probado el Clandestino en Bilbao, te estás perdiendo una experiencia única. Este restaurante, ubicado en Calle Lersundi 6-8, es el lugar perfecto para disfrutar de una mezcla de cocina vasca y platos internacionales, todos en un ambiente informal pero acogedor. Además, han desarrollado un nuevo concepto gastronómico que seguro sorprende a tu paladar. ¡Y si andas por la zona del Guggenheim, no dudes en hacer una parada!
Y por si fuera poco, el Clandestino Tap Room es ideal para esos planes afterwork con amigos o simplemente para relajarte tras un largo día. Con tres espacios diferenciados, puedes elegir entre la cervecería o disfrutar de su famoso pintxo creativo, que han ganado el galardón al Mejor Pintxo de Bilbao. ¿Te animas a descubrir su deliciosa fusión de sabores y buena vibra? ¡Hasta reservando online es sencillo!
Horarios Clandestino
Día | Hora |
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lunes | 12:30–17:00 |
martes | 12:30–17:00 |
miércoles | 12:30–23:30 |
jueves | 12:30–24:00 |
viernes | 12:30–1:00 |
sábado | 12:30–1:00 |
domingo | 12:30–17:00 |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación Clandestino
Dónde se encuentra el restaurante Clandestino
¡Hola a todos! Si están buscando un lugar espectacular para cenar en Bilbao, ¡tienen que visitar Clandestino! Este restaurante en Lersundi K., 6-8, Abando les va a volar la cabeza. Desde que entras, la decoración es tan bonita que se siente como un lugar especial. El ambiente es muy acogedor y, sobre todo, la atención que reciben es de 10. En verdad, te hacen sentir como en casa.
La comida, ¡ni hablemos! Fuimos dos amigos a cenar y decidimos dejar que nos recomendaran. Me alegra tanto haberlo hecho porque probamos una variedad de platos increíbles. El pimiento cristal relleno de txangurro es una maravilla que no se pueden perder, y la ensaladilla Clandestino es simplemente perfecta. Ah, y la tarta de queso… ¡dios mío, estaba exhibida como una obra de arte y sabía mejor aún! El precio ronda los 60-70 € por persona, pero prometo que cada euro vale la pena.
De hecho, también lo visité con un grupo grande de amigos y nos atendieron con mucha paciencia. Solo puedo decir cosas buenas sobre la chica rubia con gafas que nos ayudó; ¡era encantadora! Optamos por un menú cerrado con seis platos, y aunque el precio era un poquito elevado, la calidad de la comida lo compensó completamente. La torrija hojaldrada y la ensaladilla rusa son un must aquí.
Si quieren una auténtica explosión de sabores, el nigiri de txuleta debe estar en su lista. Y ya que estamos, no olviden probar las croquetas de idiazabal y gamba. La presentación de la comida es tan buena que da pena comerla. La calidad y el ambiente son increíbles, y la atención es espectacular. Lo mejor es que están en el corazón de Bilbao, ¡en el antiguo mesón Lersundi!
Así que ya saben, el restaurante Clandestino se encuentra en Lersundi K., 6-8, Abando, 48009 Bilbao, Bizkaia. ¡No pueden dejar pasar la oportunidad de probarlo! ¡Ya me cuentan cómo les va!
Qué tipo de cocina ofrece Clandestino
¡Y hablando de Clandestino, quiero contaros más sobre la experiencia que tuvimos! La verdad es que merece cada una de esas 5 estrellas que le han puesto. Si buscáis un lugar con atención de primera, este es el sitio. Durante las fiestas de Bilbao, tuvimos la suerte de que nos atendiera María, una chica rubia con gafas que realmente se ganó nuestro corazón. Su manera de hablar y su dedicación eran evidentes; te hacía sentir como en casa desde el primer momento. No es común encontrar gente que ame tanto lo que hace, y eso se nota en cada detalle.
Cenamos y la idea era compartir varios platos. Al ver la cuenta, nos pareció un poco elevada, pero después de reflexionar, coincidimos en que cada euro valió la pena. Con quien fui, que es Jefa de Cocina y ha trabajado en lugares con 2 estrellas Michelin, también lo confirmó. Así que, si vais a Clandestino, no os preocupéis por el precio; la calidad y el servicio superan lo que se paga. Y si queréis que os traten bien, ya sabéis, reservad sin dudarlo.
En cuanto a la comida, ¡menudo festín! Desde el soufflé de chocolate y avellana hasta la croqueta de queso azul con antxoa y confitura de calabaza. También, no os podéis perder el changurro y la ensaladilla rusa; ¡son a otro nivel! Yo me quedé con ganas de probar el nigiri de txuleta y la caipipiña. Sin duda, esto va a requerir otra visita.
Entonces, ¿qué tipo de cocina ofrece Clandestino? La respuesta es simple: una mezcla de creatividad y sabores tradicionales que te sorprenden en cada plato. Todo está pensado para ofrecer una experiencia gastronómica única, así que si todavía no habéis estado, ¡hacéroslo! ¡Nos vemos en la próxima cena, que tengo ganas de repetir!
Cuál es la dirección exacta del Clandestino en Bilbao
Mira, si buscas un lugar para cenar en Bilbao que te haga sentir como si estuvieras en un lugar especial, tienes que probar el *Clandestino*. Gracias a la cena que tuvimos, ¡vaya velada increíble! Hay varias opciones, como la parte de *pinchos en la barra*, pero decidimos sentarnos en el restaurante. La decoración es una maravilla: esas paredes de piedra y las columnas de madera restauradas le dan un toque encantador que te atrapa desde el primer momento. Te sientes cómodo pero a la vez en un sitio con clase, perfecto para pasar una buena noche.
El servicio fue otra cosa que nos dejó impresionados. Desde el principio, la atención fue amigable y profesional. María, quien nos atendió, fue un encanto y estuvo siempre pendiente de nosotros, tal cual! Hizo que todo fluyera sin ningún problema, y sus recomendaciones fueron imprescindibles. No puedo dejar de mencionar el nigiri de Txuleta, que es, sin duda, su plato estrella. ¡Madre mía, qué bueno! La experiencia culinaria fue *brutal*, desde los entrantes hasta el postre. Y qué decir de la torrija hojaldrada, ¡un auténtico pecado de los dioses!
Además, el ambiente es una mezcla perfecta de lo moderno e íntimo, justo lo que uno busca a veces. Te transporta a un espacio que se siente tanto actual como con mucha historia, especialmente con el guiño al *Mesón Lersundi* y esos clásicos azulejos. Sin duda, Clandestino es una muestra de cómo Bilbao se está modernizando en gastronomía sin perder sus raíces. Todo esto por un precio razonable, entre 40 y 50 euros por persona, y valió totalmente la pena.
Y por si te lo estabas preguntando, el *Clandestino* está en la calle Lersundi, número 6-8, Abando, 48009 Bilbao, Bizkaia. Así que ya sabes, si estás por la zona y tienes ganas de una cena increíble, ¡este es tu sitio! Repetir sería un sueño, sobre todo para probar todos los platos que se me quedaron en el tintero.
Qué ambiente se puede esperar al visitar Clandestino
Te cuento que la experiencia en Clandestino fue todo un acierto. Este lugar, situado en Lersundi K., 6-8, Abando, es una de esas joyas que hacen que te digas a ti mismo "¿por qué no vine antes?". La propuesta es bastante diferente a lo que encuentras por ahí, ya que se basa en tapas reinterpretadas y platos de cocina local con productos de kilómetro cero. Esa mezcla de innovación y tradición le da un toque especial. Si te gustan las sorpresas gastronómicas, este es tu sitio.
La atención que recibimos fue realmente de 10. Cada camarero era amable y muy atento, lo que siempre mejora la experiencia. En nuestra cena, nos lanzamos a probar varios platos para compartir, incluyendo los famosos nigiri de txuleta, croquetas de queso azul, y esa maravilla que es el bikini de rabo. Te cuento que, de todos los platos, los nigiris y el bikini fueron los que realmente nos dejaron con ganas de más. Y ojo, que hay dos menús degustación si prefieres dejarte llevar por sus recomendaciones y probar un poco de todo.
Además, si alguna vez vas con la idea de disfrutar un menú de barra, esas mesas altas que tienen son perfectas para disfrutar estas delicias. Pedimos unos huevos con patatas y foie y, la verdad, ¡estaban tan buenos que pedimos otra ración! Los pinchos morunos y las croquetas también nos fueron muy recomendados, y no decepcionaron. Desde luego, la relación calidad-precio es bastante buena, así que creo que es un lugar donde uno se siente bien tratado sin romper el bolsillo.
Hablando del ambiente, te diré que es acogedor e inspirador, con una decoración que realmente destaca y un buen rollo que te invita a quedarte un rato más. Así que, si te preguntas ¿qué ambiente se puede esperar al visitar Clandestino?, imagina un lugar donde se combina la calidez con un toque moderno, perfecto para disfrutar de una buena cena en buena compañía. Sin duda, repetiría sin dudarlo.
Qué hace que el concepto gastronómico de Clandestino sea único
La verdad es que cuando llegamos a Clandestino, estábamos con una emoción loca, y la experiencia no decepcionó en absoluto. Mari Luz nos atendió y, sinceramente, su servicio fue de 10. Es una persona super amigable y risueña, que no solo nos hizo sentir como en casa, sino que además fue super atenta a todo lo que necesitábamos. Después de escuchar sus recomendaciones, decidimos dejarnos llevar y, wow, ¡no falló en absoluto! Desde la tarta de queso Idiazabal hasta el nigiri de txuleta, todo estuvo espectacular. Un sitio que, sin duda alguna, vamos a repetir.
El ambiente del lugar también merece una mención especial. Es acogedor y tiene una decoración original que lo hace perfecto para disfrutar de una cena. Además, el acceso es bastante cómodo, así que no hay preocupaciones si alguien en el grupo necesita ayuda con silla de ruedas. Te sientes tan a gusto que querrás quedarte un rato más simplemente disfrutando de la compañía. Y de la comida... ¡no hablemos más! La calidad de los ingredientes y la originalidad de cada plato hacen que sea una experiencia gastronómica de otro nivel. Probamos de todo: el flan de aguacate y el rodaballo que nos recomendaron fueron lo más, ¡no queríamos que se acabara!
Lo que realmente hace que el concepto gastronómico de Clandestino sea único es esa perfecta combinación entre un servicio excepcional y una oferta culinaria que sorprende en cada bocado. Siempre están atentos a lo que necesitas, con recomendaciones que muestran realmente su conocimiento y amor por la comida. Es un lugar donde cada detalle cuenta, desde la presentación de los platos hasta la amabilidad del personal. Sin duda, aquí no solo comes bien, sino que vives una experiencia que es difícil de olvidar.
Es recomendable visitar Clandestino si estoy cerca del Guggenheim
Hablando de Clandestino, ¡de verdad que es toda una experiencia! Desde que entras, la cosa cambia; el lugar es muy grande y tiene una decoración moderna que te hace sentir en un sitio especial. Las mesas están separadas, así que puedes disfrutar de tu charla sin estar pegado al de al lado. Además, el servicio es super amable. Te detallan todos los platos que vas a comer, lo que se agradece un montón.
Ahora, lo que probamos, ¡vaya delicia! Comenzamos con unos nigiris de chuleta que estaban originales y ¡riquísimos! Y las alcachofas, para morirse. Luego, como platos principales, la parpatana de atún rojo fue exquisita y los calamares, aunque un poco crudos para mi gusto, estaban muy bien. El arroz que pedimos fue un acierto total. Y cómo no, terminamos la comilona con unos postres que no se pueden dejar pasar: la famosa torrija hojaldrada y la caipipiña, que son simplemente deliciosos. Si tengo que puntuar, le daría un 9.5 a la comida por esas maravillas, aunque los calamares queden un poco a deber.
En otra visita, decidimos ir un día de Aste Nagusia y, en lugar de menú de fiesta, optamos por la carta. ¡Si acaso puedo sugerir que no te vayas a casa sin un postre! Pedimos dos entrantes para compartir, un segundo para cada uno y, por supuesto, ¡tres postres! Todo estaba riquísimo y la cantidad era suficiente para salir rodando. No sé cómo lo hacen, pero el personal seguía siendo igual de atento y rápido. Tendría que decir que la relación calidad-precio es muy buena aquí, con menús desde 25 € que valen cada céntimo.
La calidad de la comida es indiscutible, aunque en mi última visita noté que el servicio se tomó su tiempo para traer los platos. Me pareció un poco lento, y lo de que nos cobraran una cerveza por separado cuando se supone que estaba incluida en el menú tampoco fue la mejor de las experiencias. Pero en general, Clandestino ofrece una comida de calidad en un ambiente agradable.
Entonces, ¿es recomendable visitar Clandestino si estoy cerca del Guggenheim? Claro que sí. Aunque tuvo sus altibajos, si buscas disfrutar de buena comida vasca en Bilbao, es un buen lugar. Solo ten en cuenta que podrías tener que ser un poco paciente con el servicio en ciertos momentos y asegúrate de preguntar sobre lo que incluye tu menú. Pero sin duda, ¡te llevará a una experiencia gastronómica memorable!
Qué es el Clandestino Tap Room
Y ya que estamos hablando de Clandestino, no puedo dejar de mencionar lo impresionante que es el ambiente del lugar. Es moderno y, a la vez, acogedor, perfecto para cenar con amigos o incluso celebrar alguna ocasión especial. La atención de Iñaki y Oihane fue de 10, siempre atentos y con una sonrisa. Si optas por dejarte aconsejar, prepárate para una experiencia culinaria espectacular. Te lo digo yo, porque nuestra elección fue acertadísima, y todo lo que probamos nos dejó boquiabiertos.
No puedo dejar de destacar el soufflé de chocolate y avellana que nos recomendaron. ¡Es una verdadera locura! Cada bocado es pura felicidad, y no sé si debería decirte que me lo pedí de nuevo. Pero eso no es todo; los chipirones a la plancha también son un must si quieres saborear algo realmente delicioso. Y si estarás por ahí totalmente relajado, no dudes en probar la tarta de queso Idiazabal. Te prometo que es de esas cosas que recordarás durante mucho tiempo.
La primera vez que fui a Clandestino, decidimos probar el menú degustación “Laguna mental”, y te digo que me dejó impresionado. La combinación de sabores estaba perfecta, y la cantidad de comida es suficiente para salir bien satisfecho sin sentirte abrumado. Si visitas este sitio, no te olvides de pedir el nigiri de txuleta, del que mucha gente habla maravillas. Al final, nos invitaron a unos chupitos, un detalle que hace aún más memorable la experiencia.
Y para rematar, si te preguntas ¿Qué es el Clandestino Tap Room? Es un lugar donde se combinan el buen comer y beber, con un ambiente relajado y friendly. Aquí no solo se trata de comer bien, sino de disfrutas estas presentaciones cuidadas y deliciosas, además de una amplia carta de cerveza. Si estás de paso por Bilbao, y buscas un lugar donde saborear una buena comida con amigos y disfrutar de una atención insuperable, Clandestino es una de esas paradas obligatorias. ¡No te arrepentirás!
Qué opciones hay en el Clandestino Tap Room para planes afterwork
Así que después de un par de horas en Clandestino Restaurante, tengo que deciros que la experiencia fue super recomendable. La comida es realmente rica; cada plato que sacaron estaba tan innovador como bonito. Especialmente deliciosa la tarta de queso Idiazabal y la croqueta de queso azul con antxoa, que merecen un aplauso, ¡en serio! El ambiente tenía ese toque de sofisticación pero sin parecer demasiado formal. Los camareros, sobre todo María, ¡un 10! Atenta y simpática, hizo que nos sintiéramos súper cómodos, aunque la cena se alargó un poco más de lo esperado. Entiendo que, siendo temporada de cenas de empresa, el sitio estaba abarrotado, y eso slowed down un poco el servicio. Pero bueno, por lo que pagas –alrededor de 30-40 € por persona– es una experiencia que definitivamente vale la pena.
Para los que busquen un lugar chulo tanto para comer como para cenar, este sitio es ideal. Además de lo que ya mencioné, el nigiri de txuleta y la paella de pulpo y calamares son musts que no te puedes perder. El personal, como ya dije, se lleva un 10/10 en atención. Es normal que, con tanto movimiento, algo se pueda escapara, pero la complicidad con los camareros lo arregla todo. Eso sí, no esperes que todo sea perfecto; he oído alguna que otra crítica donde han tenido experiencias más desalentadoras, como que les enviaran los platos antes que el vino. Quizás un mal día, porque lo que disfrutamos nosotros fue de puntuación alta en comida, servicio y ambiente.
Por último, si estáis pensando en un plan afterwork, el Clandestino Tap Room es otra joya dentro de este restaurante. Perfecto para tomar unas copas después de un día de trabajo, el ambiente es muy acogedor. Allí podréis picar algo y disfrutar de un par de cócteles que realmente sorprenden. Así que, ya sabéis, si buscáis un espacio relajado y con buena compañía, este es el lugar ideal para cerrar el día. ¡No os lo perdáis!
Cuáles son los tres espacios diferenciados que se pueden encontrar en el Clandestino
No sé qué tal lo lleváis, pero la experiencia que tuvimos en Clandestino fue una de esas en las que la comida brilla por su calidad, pero el servicio dejó mucho que desear. En general, el sitio tiene un toque especial. Te reciben con un ambiente agradable y acogedor, a pesar de que el servicio parecía hacer todo más lento que un caracol en un día nublado. Estuvimos esperando un montón para que nos tomaran nota, y después las comidas tardaron un tiempo que ya ni menciono. Lo peor llegó al momento de pagar, cuando la única máquina de datáfono que tenían estaba ya ocupada. Un verdadero fastidio, ¿no?
A pesar de lo anterior, no se puede negar que la comida es sencilla y deliciosa. Los platos que pedimos para compartir estaban llenos de sabores y opciones interesantes. Si vais, ¡no perdáis la oportunidad de probar el niguiri de txuleta! Es uno de esos platos que definitivamente merece la pena. Y si hablamos de postres, el flan de aguacate es una delicia, aunque en esta ocasión no acertaron del todo con su preparación. Cuando lo comentamos con la camarera, su respuesta no fue precisamente la mejor. Más que un gesto de atención, nos dio la sensación de que no les importó mucho el feedback, y eso ya fue la gota que colmó el vaso tras toda nuestra experiencia.
Sin embargo, no todo fue negativo. Hay que reconocer que la decoración del restaurante es chula y cuenta con un par de espacios; uno más íntimo para charlas tranquilas, y otras áreas que son perfectas para un ambiente más animado. Como en cualquier buen restaurante, hay opciones para todos los gustos. Clandestino tiene una carta amplia y variada, así que si decides volver, seguro que encuentras algo que te guste. A ver si la próxima vez tienen un mejor servicio, porque con una comida tan rica, podrían tener 5 estrellas fácilmente.
Hablando de las diferentes áreas del restaurante, os cuento que hay tres espacios diferenciados en Clandestino. Tienes ese rincón acogedor, perfecto para una sobremesa tranquila, otra zona más animada para disfrutar con amigos y un espacio ideal para disfrutar de una buena cena en grupo. A pesar de los tropiezos, prometo que el lugar tiene su encanto y hay que volver para comprobar si la próxima vez nos sorprenden para bien.
Qué es un pintxo creativo y por qué es famoso en Clandestino
Ya te comenté lo bien que lo pasamos en Clandestino, ¿verdad? Ese Sábado el comedor estaba a reventar, pero, sorpresa, el servicio fue increíble. Es de esos sitios donde te sientes bien atendido, y eso es un gran plus cuando planeas una buena comida. Y hablando de la comida... ¡menuda maravilla! Era como una pequeña fiesta de sabores en cada plato, con una presentación que quita el hipo. Aunque alguna gente dice que la comida es cara, yo diría que comer en casa tampoco es tan barato si sumamos la compra, el tiempo y el esfuerzo, ¿no crees? Mi valoración global es un 10 de 10 en todos los aspectos.
Un aspecto que me gustó un montón de Clandestino es que tienen varios menús muy bien elaborados. Optamos por el menú del día, que costaba 25€. Al principio puede parecer un poco elevado, pero créeme, la calidad y elaboración de lo que sirven merecen cada céntimo. Cada bocado está diseñado para disfrutar, y aunque hay voces que mencionan que las raciones son pequeñas, la calidad está ahí para respaldar esa experiencia. Vamos, que pagar un poco más por buena comida es un lujo que vale la pena.
Por otro lado, he oído que hay contrastes en las experiencias de otros comensales. Unos dicen que, en ocasiones, el local puede estar demasiado lleno y que el servicio no llega a la altura. Conociendo lo bien que nos fue a nosotros, me imagino que puede haber momentos de caos, sobre todo un Sábado noche. Un par de personas comentaron sobre demoras en la atención, aunque afirmaron que la comida estaba deliciosa. Parece que el ambiente puede ser espectacular, pero quizás conviene hacer una reserva si quieres asegurarte de disfrutar esa intimidad que ofrece el lugar.
Y mira, ya que estamos, hablemos de esos pintxos creativos que hacen tan famoso a Clandestino. Básicamente, un pintxo creativo es una reinterpretación de lo clásico, como una obra de arte comestible. Juegan con ingredientes de calidad y técnicas innovadoras para sorprender al paladar. Así que si quieres disfrutar de algo único, ese es el tipo de experiencia que encontrarás aquí. Clandestino no es solo un lugar para comer, es una forma de disfrutar de la gastronomía de Bilbao de manera distinta. ¡Así que ya sabes, te animo a que lo pruebes!
Qué galardón ha ganado el Clandestino por su pintxo
Ya te digo que Clandestino es una de esas joyitas que no te puedes perder si estás por Bilbao. El lugar es moderno y muy agradable, ideal para disfrutar de una buena cena. Me encantó la decoración y el ambiente que se respira, ¡perfecto para relajarse y disfrutar! Te cuento que el día que fuimos, había una presentación de Jägermeister para su nuevo licor, el Cold Brew Coffee, y nos invitaron a una copa a cada uno. ¡Un detalle que nos sorprendió! Nos encantó probarlo y, la verdad, no pudimos evitar quedarnos un rato más alargándonos la velada.
Hablando de la comida, no tengo más que cosas buenas que decir. Pedimos unos txipirones a la brasa que estaban de rechupete y un nigiri de txuleta que me dejó sin palabras. Los platos son originales y de gran calidad, se nota que cuidan el producto. Si vas con un presupuesto de 40-50 € por persona, quedas más que satisfecho. Y el servicio, definitivamente de 5 estrellas; el personal fue super atento y amable, más que pendientes de que todo estuviera a nuestro gusto.
Ya que estamos, ¿te cuento qué galardón ha ganado el Clandestino por su pintxo? Han sido reconocidos por su creatividad y calidad, así que no es sorprendente que esté en boca de todos. Ten por seguro que repetiré y, si tú no has estado aún, ¿qué estás esperando? ¡Es una parada obligatoria en Abando!